La ansiedad corre
por mis venas.
Miro
a los ojos azules del cielo
Y
me sonríen con sus dientes ensangrentados.
Una
mano divina me levanta,
Me
eleva y me deja caer.
No
me es permitido entrar al
paraíso.
Aun
no.
Con
incredulidad, respiro rápidamente.
Como
agitado.
La
humedad de la atmósfera obstruía
mi respiración.
Me
ahogaba con la sangre de las venas lluviosa del
cielo.
Vi a un hombre que estaba muy cerca
de mí.
Saltó su vida como
una paloma saliendo de su corazón
y voló.
Voló
hacia donde mi alma no alcanzaría a ir.
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