14/5/15

Magias

De niño, jugaba con los poderes del invierno de Minnesota. Salía corriendo de casa con el abrigo aún colgando de un brazo y con un vaso de agua en la mano. El agua era para tirar al vacío, para verla congelarse en el aire. Magia.


En el edificio donde vive ahora, no se permite correr. Sus 35 años y su seriedad no se lo permiten tampoco. Pero hoy, en pleno verano neoyorkino, vio caer desde el rascacielos una cascada. El agua lo invitaba a refrescar su memoria. La magia de rescatar los recuerdos del vacío.


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